A MODO DE REFUERZO TESTIMONIAL
Este paradigma de la Nación Argentina es denostado por
una campaña intencional que pretende disolver los verdaderos valores de la
argentinidad. Lamentablemente la ignorancia histórica hace que muchos honestos
ciudadanos se presten a colaborar con esta aviesa campaña.
El General Julio Argentino Roca
"Roca no encabezó una
campaña privada en 1879. Fue como Comandante en Jefe del Ejército Nacional a
cumplir la misión que Avellaneda, presidente de la Nación Argentina, elegido por el
pueblo, le había asignado. Y esa campaña estuvo destinada a integrar, a
incorporar de hecho a la geografía argentina, prácticamente la
mitad de los territorios históricamente nuestros, y que estaban bajo el poder
tiránico del malón araucano, cuyos frutos más notables eran el robo de ganado,
de mujeres y la provocación de incendios.
Los araucanos, hoy denominados mapuches,
llegaron a la Argentina allá por 1830,
cuando la Nación Argentina era ya
independiente y soberana. Por lo tanto, fueron invasores. El primer grupo de
invasores los constituyeron aproximadamente unos 100 indígenas capitaneados por
Yanquetruz. Se afincaron en Neuquén y desde allí se fueron extendiendo hacia el
sur y el norte.
El verdadero genocidio lo cometieron los
araucanos cuando aniquilaron a los Guenaken, también llamados Tehuelches, que
eran los auténticos aborígenes de la Patagonia norte.
Actualmente como argentinos tienen todos
los derechos al igual que los demás argentinos, pero no a intentar falsear la
historia y pretender les devuelvan tierras que nunca les pertenecieron."
1.- En 1879 las tropas de Cafulcurá eran poderosas, lo prueba el hecho de que ganaron las primeras batallas contra el Ejército Nacional.
2.- Ambos bandos contaban con fusiles
Remington. Los araucanos los traían de Chile, a donde se los
vendían los ingleses a cambio del ganado argentino robado en los malones.
Prueba de ello es que la columna del Ejército Nacional comandada por el Gral.
Villegas tenía como objetivo clausurar y controlar los pasos andinos por donde
les llegaban a los araucanos los Remington.
3.- Los indígenas araucanos eran tradicionalmente
muy guerreros. Recordemos que en los primeros tiempos de la conquista española
asolaron varias importantes ciudades en Chile que los chilenos
tardaron siglos en reconquistar.
4.- Los araucanos, en el año 1250
subieron hacia el norte y destruyeron el Imperio de Tiahuanaco. Este Imperio
era mayor y mucho más civilizado que el posterior imperio de los Incas que
comenzó luego en el año 1280.
5.- El uso actual del término
"mapuche" y las falsas reivindicaciones de estos son maniobras
disolventes y disgregantes que practican políticos con minúscula en las últimas
décadas con finalidades anti-nacionales, y para beneficio propio.
Araucanos y Tehuelches
Los mapuches son sólo ORIGINARIOS de la inventiva del Foreign Office
británico.
Ni Rosas o Roca los mencionan en
la Campaña al Desierto, tampoco los historiadores, ni la famosa expedición a
los Indios Ranqueles. Tampoco los menciona la historia oficial en las
Provincias ni Museos de Historia del Neuquén Santa Cruz, Chubut, Río Negro,
Mendoza, ni San Juan…
¿Desde cuándo han aparecido estos
mapuches en escena? Su propia bandera es similar a la nueva Sud Africana, luego
del apartheid utilizaron a Mandela, y ahora desean utilizar a un pueblo que no
es originario de nada, sólo Tehuelches y Araucanos lo son.
Quede en claro que la expedición
de Roca, resultó la primer guerra contra Chile y no una campaña
contra el indio, como muchos pretenden hacerlo notar. A las pruebas me remito
cuando sostengo que por entonces el 90% de la población chilena era indígena,
que no es cosa menor. En síntesis, nuestro país defendía la soberanía sobre una
Patagonia que los caciques deseaban y ellos... eran chilenos.
Hoy todos los nacidos en el suelo patrio
somos ARGENTINOS, y ya no caben falsas reivindicaciones indigenistas ni de
pueblos originarios inexistentes.
Desde comienzos del siglo XVI está
presente la sangre hispana en todo el suelo argentino y los pueblos originarios
de la Patagonia anteriores a esa fecha fueron las
etnias TEHUELCHES.
El invento "mapuche" data sólo
del siglo XIX, insisto que hoy todos somos argentinos y nadie tiene ningún
derecho a reivindicar etnias ni pueblos diferentes al argentino so pena de
colaborar con los intentos Ingleses, Norteamericanos y otras yerbas para desmembrar
y despotenciar a la Patria Argentina.
Este tema mapuche y su propaganda
instalada por marxistas que han hecho del indigenismo una cuestión de estado,
es preciso comenzar a desbaratarla de raíz. Lamentablemente no sólo los
políticos venales y periodistas pagados por el sistema, sirven de
difusores de una mentira infame, sino que han caído en ella y no siempre por
ingenuidad.
Obispos y Curas que fieles a sus
posturas tercermundistas, impulsan como verdad de Perogrullo, dando así por
sentadas todas y cada una de esas falacias.
Se llegó al extremo inconcebible
de engañar al Santo Padre Juan Pablo II y ahora al Papa Benedicto XVI cuando
les hicieron decir que el gran santo Ceferino era Mapuche y no Tehuelche. Es
difícil creer en la inocencia por desconocimiento de los Obispos patagónicos en
esta maniobra vil, porque es dable suponer que si han llegado a esas instancias
de la jerarquía, deben poseer una cultura general histórica de su patria
compatible con su rango.
Utilicemos en toda su plenitud
este medio fantástico que la tecnología nos brinda, para revertir la opinión
errada de muchos argentinos sobre temas de trascendencia como el que se trata. (Resaltado es mío)
(Extraído de Wikipedia- No tengo
el autor- Delia Cabrera)
Libres para ser Buenos
No
es necesario saber política para reconocer algo desconcertante.
No hace falta mucha inteligencia para entender que un
asesino no es confiable, al menos no para regir una ciudad o para legislar para
una Nación.
Tampoco es necesario ser muy avispado para descubrir
que las mismas causas causarán, en circunstancias similares, los mismos
efectos; más aún si andan por allí las mismas personas.
Bastaría una breve dosis de buen sentido para
reconocer la similitud de ciertas tácticas, de ciertos individuos, de ciertas
actitudes y comportamientos, de gritos que son viejos slogans, de marchas,
protestas y pancartas que son un calco de aquellas de hace cuarenta años.
Hay cosas similares en varios países de nuestra
América del Sur.
Venezuela se desangra ante un socialismo claramente
manifestado e impuesto por el mismo gobierno. Venezuela nunca fue socialista,
tiene petróleo, mar y tierra como para ser floreciente y se debate en la
penuria. Claro está, si no hay pobreza hay que causarla para luego echarle a
alguien la culpa y que el socialismo venga al rescate. Tampoco es muy fácil
estar bien si el petróleo que usa Cuba lo “regala” Venezuela.
Colombia hace años, más de treinta, que peleaba
contra las FARC y otras similares como el M19. Son años de asesinatos y
guerrilla, como un inmenso Tucumán traspolado a aquellas regiones. Colombia no
es un país pobre aunque tenga pobres como sucede también aquí.
Nadie pidió a las FARC o al M19 que reivindiquen a
los necesitados matando, destruyendo hogares o cobrando contribuciones para ser
libres o para transitar por el propio país. Fueron los del M19 los que hace
años tomaron por asalto el Palacio de Justicia que está frente a la Casa de
Gobierno en Bogotá y asesinaron allí a mansalva a cuantos quisieron, claro
“para defender a los pobres”. Uno de aquellos asesinos luego llegó a ser
Alcalde de Bogotá en algún gobierno. Curioso, fue el hermano del actual
Presidente Santos Calderón uno de los fundadores del M19, el mismo Presidente
Santos se formó con Maduro en La Habana, es Santos quien para pacificar al
país, contra la voluntad explícita del referéndum del pueblo Colombiano,
legalizó a las FARC, condonó sus crímenes y les regaló bancas en el Congreso.
Basta pensar un poco. Pronto esos nuevos diputados pedirán que se juzguen a los
militares que pelearon contra ellos por delitos de lesa humanidad.
¿Dónde están las similitudes?
Argentina no es un país pobre, está en capacidad
potencial de alimentar varios países como el nuestro (ej. 25 millones de
toneladas anuales de limones…). Hace poco el Presidente Macri visitó Japón y
durante su visita al Emperador Akihito a quien explicó que en Argentina había
un elevado índice de pobreza; el Emperador asombrado preguntó “¿Cómo puede ser
eso?”.
No hace mucho alguien del gobierno dijo que el Estado
no era autosustentable, es decir que somos nosotros quienes debemos sostenerlo.
¿No bastaría con hacer productivas las inmensas tierras fiscales con ayuda de
los esforzados chacareros para ser el Estado más solvente de América? Sin duda.
O falta inteligencia, o es más fácil esquilmar a otros o responde a intereses
de Bancos de afuera que necesitan quién les pida créditos y así dependa de
ellos o de sus exigencias.
Como sea y sea cual fuere el motivo todo hace que la
pobreza se mantenga o que crezca el descontento para que al menos en las
ciudades o en los conos urbanos haya pasto para la idea socialista, marxista o
comunista. El punto en contra de esta grosera intentona es que Dios bendice
siempre esta tierra y que ella, obediente, produce y produce y el argentino de
alguna manera hace para pagar aunque los aumentos sean injustos o imprudentes.
Cuando comenzó la Revolución Soviética en tiempos del
Zar Nicolás II todo empezó por las guerrillas de Trotsky en Petrogrado, un
ataque al Palacio Imperial, unos 60 muertos y la Revolución se desató hasta que
el Zar, para no derramar sangre de su Pueblo, abdicó y la Revolución derramó la
suya y la de toda la Familia Real. Aquellos 60 muertos fueron el comienzo de
los sesenta millones de muertos que costó el comunismo al mundo.
El Palco de Ezeiza al volver el Gral. Perón, los
finales de De La Rua, hace pocos días la quema del Pabellón Nacional en El
Bolsón y la desaparición de un activista desaparecido o bien escondido ¿No son
semejantes?
Siempre es necesaria una víctima real o aparente para
desencadenar un desmán.
Por último la grosera connivencia de las democracias
precedentes permitió y quiso que asesinos de otra época están libres, o sean
diputados, o ministros miembros de Gobierno, o que organicen fríamente la
venganza contra aquellos que los derrotaron como lo hizo Inglaterra con quienes
la humillaron en Malvinas, los únicos que lo hicieron contra ella en el siglo
pasado. El Tanque ligero, Mirages, Pucarás, Cóndores no son sinó víctimas
materiales de una Nación casi indefensa.
Faltarían decir dos cosas.
Nadie muere por la democracia. No es algo que se
pueda amar como para dar la vida por ella, es apenas una forma de gobierno
entre muchas válidas y quizás las haya más eficaces. Si un día hay un caos
social en Argentina, una nueva andanada de la guerrilla que se agazapó en los
ochenta, ¿Será la Policía Metropolitana la que nos salvará? No son capaces de
frenar la droga, las violaciones o los robos ¿Podrán más? Tendrán convicción o
coraje suficiente? ¿Morirán por salvar a
gobernantes, políticos, diputados o empresarios que todos sabemos que son
venales, que tienen precio o que sólo les importa enriquecerse olvidados de
toda justicia. Tal vez su paga sea morir sin que nadie los defienda.
Los que arriesgaron sus vidas contra la guerrilla, y
con minúscula porque no merece más, fue por una convicción hoy ausente quizás
en las Fuerzas, fruto de la educación democrática de sus Cadetes, porque les
han impuesto que son guardianes de la democracia y no de la Nación. A los que
no murieron los tienen encerrados porque saben que la convicción sigue viva,
que se conoce al enemigo, es más, son los mismos amparados en fueros y carteras
o solventados por grandes Fundaciones del exterior.
Ese es el segundo punto en contra, esa convicción no
se apaga ni se apagará nunca porque es de la esencia de la Patria que Dios nos
dio.
Libres para ser buenos, cristianos para poder serlo.
Evaristo.
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